Las vacaciones y el calor pueden jugarle a nuestro cuerpo algunos desagrados, sobre todo porque es durante el verano cuando tendemos a generar menos gasto energético (es decir, cuando nuestro cuerpo quema menos calorías) esto debido a las altas temperaturas de la estación.
Es por ello que debemos de considerar diferentes factores para evitar estos tipos de cambios, principalmente controlar la alimentación, si es cierto cuando estamos fuera de casa es difícil controlar lo que comemos, pero no imposible, a la hora de seleccionar lo que vamos a comer debemos de evitar alimentos pesados y altos en calorías (bebidas gaseosas, frituras, alimentos altamente procesados) e inclinarnos por alimentos fresco y naturales como por ejemplo: frutas de estación, ensalada de vegetales crudos, carnes blancas (pollo, atún, salmón, mariscos) y por último y no menos importante el consumo de agua es esencial para mantenernos siempre hidratado, debemos de ingerir al menos entre 2 a 2,5 litros al día.
También es ideal agregarle a nuestra rutina algo de actividad física, al menos caminatas diarias de 45 a 60 minutos y de esta manera activar nuestro metabolismo y evitar el aumento de peso por el consumo excesivo de alimentos.
Así que llegó el momento de disfrutar el verano al máximo y sobre todo de una manera saludable.