Una creencia casera es que colocar imanes en la puerta de la nevera o refrigerador hará que consuma más energía, lo que es un problema económico y un desgaste del electrodoméstico. Pero esta consecuencia en realidad no existe.
El mito ha estado presente por generaciones y aunque son objetos magnéticos que se adhieren a la puerta de metal, la energía y el calor que generan no son lo suficientemente significativos como impactar en el consumo de energía.
Tampoco hay ninguna consecuencia en su funcionamiento que afecte negativa o positivamente alguna operación de la nevera. Lo que hace que poner estos elementos decorativos sea seguro, a no ser que alguno obstruya el cierre de la puerta, algo que si es un problema porque el refrigerador recibirá aire caliente y deberá trabajar más.
Decorar un refrigerador con imanes no es una preocupación, como sí lo son otras costumbres que suelen tener las personas con este electrodoméstico y que sí representan un impacto en el consumo energético día a día, como abrir y cerrar la nevera constantemente o la ubicación no se debe dejar expuesta al sol o fuentes de calor como hornos o estufas.