Actualmente, los compradores y minoristas están viviendo un cambio de las reglas de juego, las que antes beneficiaban gratuitamente a quienes adquirían productos y los devolvían sin dificultades, en caso no les agradase, deseasen su dinero de vuelta o tan solo querían deshacerse de él.
Actualmente, algunas tiendas han ajustado sus normativas, añadiendo costos de devolución y limitando el monto total del reembolso, algo que no ocurría antes y que caracterizó una etapa caótica en el ámbito de las ventas.
Se tratan de intentos para ir cambiando poco a poco la política de “devoluciones por cualquier motivo”, la cual generó un gran coste financiero y logístico para las empresas, pues en tiendas físicas la tasa de devolución está en un solo dígito, mientras que las transacciones en línea tienen una tasa media de devolución del 15 al 30 por ciento.