Para criar niños emocionalmente más inteligentes, los padres deben hablarles con inteligencia emocional. Esto asegura la neuropsicóloga formada en Harvard, Dra. Julia DiGangi como un primer aspecto en el camino de formar hijos con fortalezas emocionales y mentales.
En su reciente colaboración con la cadena CNBC presentó las tres frases que los padres de niños emocionalmente inteligentes suelen evitar, junto con alternativas más efectivas en su lugar:
“¿Por qué no puedes estar más motivado?”
Cuando los niños enfrentan dificultades, no es necesariamente por falta de voluntad, sino porque pueden enfrentar obstáculos relacionados con sus capacidades en ese preciso momento.
Alternativamente, aconseja a los padres mostrar interés por comprender la interacción entre la motivación y las habilidades de su hijo.
Por ejemplo, en lugar de preguntar: “¿Por qué no estás más motivado para leer libros?”, se debe optar por una pregunta abierta como: “Veo que disfrutas mucho de los videojuegos. ¿Qué es lo que más te gusta de ellos? ¿Puedes compartirlo conmigo?”.
“¿Por qué no me escuchas?”
La recomendación es que, si se está estancado en un desacuerdo con un niño que no cede a ningún acuerdo, en lugar de cuestionarle, por qué no lo escucha, se le debe preguntar si él o ella se siente escuchado y entendido.
“¡Estás siendo muy irrespetuoso!”
La experta recomienda, que, en lugar de emitir juicios precipitados, los padres deben abordar sus preocupaciones de manera imparcial y expresar su disposición a escuchar.
La importancia que los padres manejen con inteligencia emocional las situaciones con sus hijos, radica en que según la Dra. DiGangi “los sentimientos de los niños se nos pegan. Cuando ellos se alteran, nosotros nos alteramos” por lo que, quien debe controlar sus emociones en primera instancia, es el padre y no el menor, permitiendo así una comunicación fluida y la identificación del problema y su solución.