Miami-Dade, conocido por ser un importante proveedor de frutas y verduras en Estados Unidos, enfrenta un desafío significativo en la producción de alimentos. A pesar de su relevante papel en el abastecimiento agrícola, el condado solo produce aproximadamente la mitad de las calorías vegetales necesarias para satisfacer las demandas de sus residentes. Esta información proviene de una reciente investigación de la Universidad de Colorado Boulder y The Plotline, una iniciativa climática alimentaria sin fines de lucro.
La importancia de este hallazgo radica en el hecho de que Estados Unidos, en su conjunto, depende de un pequeño porcentaje de sus condados para generar la mitad de los cultivos consumidos por la población. Este dato cobra relevancia en el contexto del cambio climático, donde fenómenos como olas de calor, sequías e incendios forestales pueden impactar significativamente en la disponibilidad de alimentos.