Nikki Haley y Ron DeSantis se llamaron mentirosos mutuamente e insultaron el carácter y el historial del otro durante los primeros minutos del debate presidencial republicano de este miércoles, poniendo de relieve lo mucho que está en juego para cada uno de ellos cuando falta menos de una semana para las asambleas partidistas de Iowa.
La ex embajadora estadounidense ante las Naciones Unidas pidió a los espectadores que visitaran una página web creada por su campaña, en la que hay una crónica de lo que dijo eran las mentiras de DeSantis. Por su parte, el gobernador de Florida trató de que la audiencia visite su propio sitio web, en el que dijo que recolectó “todos los grandes éxitos” de las declaraciones falsas de Haley.