Investigaciones recientes apuntan al cambio climático como la causa detrás de la sorprendente coloración naranja que está afectando a ríos y arroyos en Alaska. Esta alteración, observada principalmente en tierras federales como los parques nacionales Gates of the Arctic y Kobuk Valley, podría poner en peligro tanto el suministro de agua potable como las pesquerías locales.
De acuerdo con CBS News, el fenómeno ha sido atribuido al deshielo del permafrost, el cual libera minerales en el agua clara. Según un estudio publicado en la revista Nature Earth and Environment, estos minerales incluyen hierro, zinc, níquel, cobre y cadmio, que al interactuar con el agua y el oxígeno generan discoloraciones ácidas.
El Ártico, según divulgó The Guardian, es la región que está experimentando el calentamiento más rápido del planeta, y a medida que el suelo congelado bajo la superficie se derrite, los minerales que antes estaban sellados en el suelo ahora se filtran en las vías fluviales. Es el hierro el responsable del color anaranjado visible incluso desde imágenes satelitales.