Un estudio reciente realizado por investigadores de la Universidad de Waterloo ha revelado que el sentimiento de soledad en los adultos mayores aumenta significativamente el riesgo de pérdida de memoria, superando al aislamiento social como factor determinante. El estudio, publicado en julio de 2024 y encabezado por la Dra. Lisa Feldman Barrett, siguió a cuatro grupos de adultos durante seis años para analizar los efectos de la soledad y el aislamiento social en la memoria. Este descubrimiento subraya la importancia de mantener la mente activa y comprometida, independientemente del entorno social.
El equipo de investigación clasificó a los participantes en cuatro grupos: aquellos que estaban socialmente aislados y solos, aquellos que solo estaban socialmente aislados, aquellos que solo se sentían solos y aquellos que no experimentaban ni aislamiento social ni soledad. Los resultados mostraron que el grupo que enfrentaba ambas condiciones, aislamiento y soledad, presentó el mayor deterioro de la memoria. Sin embargo, la soledad por sí sola también demostró ser un factor de alto riesgo, ocupando el segundo lugar en términos de impacto negativo en la memoria.