La Administración Federal de Aviación (FAA) de los Estados Unidos emitió una prohibición temporal de vuelos hacia Haití, que estará vigente en todas las aerolíneas estadounidenses. Esta medida, que durará mínimo 30 días, llegó tras un ataque armado contra un avión de Spirit Airlines en el aeropuerto de Puerto Príncipe.
El incidente, que dejó a una asistente de vuelo herida, ocurrió el lunes, cuando el avión intentó aterrizar en el Aeropuerto Internacional Toussaint Louverture proveniente de Fort Lauderdale. La creciente inseguridad, con pandillas ejerciendo un control significativo sobre Puerto Príncipe, también provocó el cierre temporal de la terminal aérea.
Spirit Airlines says flight to Haiti’s capital hit by gunfire pic.twitter.com/tUHoltpdZJ
— Katie Liane (@TheKaterPotater) November 11, 2024
A la par de la suspensión de la FAA, American Airlines decidió que no volará hacia Haití por los próximos 90 días. La compañía estadounidense descubrió que uno de sus aviones fue impactado por una bala cuando despegó desde Puerto Príncipe el lunes.
Este no es el único incidente de este tipo que ocurrió en Haití, ya que un helicóptero de la ONU recibió impactos de bala cuando volaba sobre Puerto Príncipe en octubre. Semanas antes, las pandillas atacaron a tiros vehículos de la embajada de Estados Unidos, provocando la evacuación de 20 empleados de la embajada.
Esta situación también afecta a los vuelos humanitarios, limitando la entrega de ayuda vital en un momento en que la población haitiana enfrenta una crisis. La ONU pausó sus vuelos hacia Haití y suspendió temporalmente sus operaciones de apoyo, dejando a miles de personas sin acceso a recursos esenciales.
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Las restricciones en la aviación internacional complican aún más la situación, dado que el país depende de la asistencia externa para cubrir sus necesidades básicas. Este clima de inseguridad provocó el cierre de escuelas, bancos y oficinas gubernamentales en Puerto Príncipe, dejando la ciudad en un estado de calma tensa.
La ONU estima que un 85% de la capital está bajo el control de pandillas, cuyo objetivo está alejado de buscar restablecer la paz. Esta suspensión de vuelos se convierte en una medida crucial que evidencia los desafíos de la comunidad internacional para apoyar a Haití.