Orlando Al Día El Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) de Estados Unidos presentó su informe anual, revelando cifras significativas sobre las deportaciones y el ingreso de migrantes indocumentados durante el año fiscal 2024. En un contexto político marcado por un año electoral y la transición de poder, el informe ha generado un intenso análisis y polémica.
La administración del presidente Joe Biden, bajo una política percibida como flexible en temas fronterizos, enfrentó críticas tanto internas como externas debido al manejo de la inmigración. Mientras que el número de deportaciones alcanzó su punto más alto en la última década, el ingreso de migrantes indocumentados, aunque reducido, se mantuvo elevado.
Las deportaciones más altas en una década
Durante el año fiscal 2024, la administración de Biden deportó a 271,484 migrantes, una cifra que superó los registros de años anteriores. Este aumento representa un enfoque más firme en la aplicación de la ley migratoria durante un año electoral, a pesar de las críticas a la política de «fronteras abiertas» que se atribuyó a su mandato.
La mayoría de los deportados ingresaron de manera irregular por la frontera sur, provenientes de cerca de 200 países. Esta cifra destaca especialmente en el contexto de las elecciones presidenciales, donde las políticas migratorias se convirtieron en un tema crucial para el debate público y político.
A pesar de las altas cifras de deportaciones, el ICE informó que durante el año fiscal 2024 ingresaron 2,901,142 migrantes indocumentados, una reducción de aproximadamente 300,000 respecto al año fiscal 2023. Este descenso está vinculado a la implementación de programas como Movilidad Segura, el Parole Humanitario y el CBP One, destinados a gestionar mejor los flujos migratorios.
Estos programas buscaron ofrecer vías legales y estructuradas para ciertos grupos de migrantes provenientes de países como Cuba, Nicaragua, Venezuela, Haití, Colombia, Guatemala, Honduras y El Salvador. A pesar de estas medidas, el número de ingresos irregulares sigue siendo elevado, destacando el desafío continuo de gestionar la frontera sur de manera efectiva.
Contraste en las estadísticas
El informe subraya un contraste evidente: mientras que las deportaciones aumentaron, el número de ingresos indocumentados sigue representando una proporción considerablemente mayor. Las cifras indican que menos del 10% de los migrantes que ingresaron irregularmente fueron deportados en el año fiscal 2024.
Este panorama ha generado diversas reacciones, desde quienes exigen políticas más estrictas hasta quienes respaldan los programas de regularización implementados. Con la llegada de Donald Trump a la presidencia, se espera un cambio en la política migratoria que podría alterar significativamente estos números en los próximos años.
El informe del ICE no solo destaca las cifras, sino que refleja los retos complejos que enfrenta Estados Unidos en materia migratoria. Con el cambio de administración, el enfoque sobre el manejo de las fronteras y la aplicación de las leyes de inmigración podría cambiar drásticamente, marcando un nuevo capítulo en la política migratoria del país.
