Starbucks, una de las cadenas de cafeterías más reconocidas del mundo, anunció la eliminación de su política de puertas abiertas en América del Norte. Ahora, los clientes deberán realizar una compra para permanecer en sus establecimientos o usar los baños. Esta decisión sustituye la política de puertas abiertas que la compañía introdujo en 2018 con el objetivo de fomentar la inclusión.
En 2018, Starbucks implementó la política de puertas abiertas después de un incidente ocurrido en una tienda de Filadelfia. En ese evento, dos hombres afroamericanos fueron arrestados por no realizar una compra, lo que generó una fuerte reacción pública y acusaciones de racismo. En respuesta, Starbucks adoptó una postura más inclusiva, permitiendo el acceso a todas las personas sin necesidad de consumir en el establecimiento.
Sin embargo, esta medida derivó en problemas operativos y de seguridad. En los años siguientes, varias tiendas comenzaron a enfrentar comportamientos disruptivos, como el consumo de drogas, mendicidad y situaciones peligrosas que afectaron tanto a empleados como a clientes. En 2022, estos problemas llevaron al cierre de 16 sucursales en ciudades importantes como Los Ángeles y Seattle.
Detalles del nuevo código de conducta
La compañía busca garantizar un ambiente seguro y cómodo para los clientes que realizan compras. Según explicó Jaci Anderson, portavoz de Starbucks, las nuevas reglas incluyen:
- Prohibición de fumar, vapear o consumir drogas dentro de las instalaciones.
- Restricciones para ingresar con alcohol externo.
- Prohibición de mendicidad en las tiendas.
- Retiro de personas que no cumplan con las normas, con la posibilidad de involucrar a las autoridades en casos graves.
Además, los empleados recibirán capacitación específica para aplicar estas medidas de manera adecuada y profesional.
Impacto social y contexto actual
Los problemas sociales como la falta de vivienda y el aumento de trastornos de salud mental, exacerbados durante la pandemia, han impactado considerablemente los espacios públicos, incluyendo las cafeterías. Starbucks busca equilibrar su compromiso con la comunidad y las necesidades operativas de sus tiendas, priorizando la experiencia de los clientes que consumen sus productos.
Este cambio de política representa un esfuerzo de Starbucks por recuperar la seguridad y funcionalidad de sus establecimientos. Aunque podría generar debates entre quienes valoran la inclusión y quienes apoyan un entorno más controlado, la compañía reafirma su compromiso con ofrecer un espacio cómodo para todos los clientes.