Nuestros pulmones son órganos extraordinarios. ¡Los usamos para respirar y permitirnos mantenernos vivos! Si todos sabemos que respirar humo y sustancias tóxicas es malo para nuestros pulmones, hay cosas que parecen inofensivas que pueden dañarlos.
- Harina: la harina puede dañar los pulmones. En particular, la harina en polvo, que es una sustancia peligrosa, puede causar una condición conocida como asma del panadero. Esta enfermedad profesional está asociada con la exposición a la harina de trigo. La ingestión regular puede provocar una reacción alérgica.
- Cucarachas: las cucarachas son criaturas resistentes que pueden entrar en la casa de diferentes maneras, incluso a través de grietas en las paredes y tuberías, estos insectos contienen un alérgeno que puede causar asma, para esto no es necesaria la exposición a un contacto directo con cucarachas, ya que el alérgeno está en el aire y puede contaminar el hogar al depositarse en polvo o en textiles.
- Pájaros: las aves pueden dañar los pulmones de dos maneras, una está representada por los antígenos aviares contenidos en sus excrementos y la otra por la exposición a proteínas cerosas que se encuentran en las plumas de algunas aves, la exposición a estos puede causar el desarrollo de neumonía por hipersensibilidad aviar.
- Fuegos artificiales: los colores brillantes que se ven en los fuegos artificiales son en realidad producidos por sales metálicas tóxicas. Los fuegos artificiales suelen contener ingredientes como titanio, cobre y estroncio, entre otros y esto es lo que les da ese olor característico, estos compuestos orgánicos volátiles (COV), no son buenos para los pulmones. Afortunadamente, la mayoría de las personas no están expuestas a los fuegos artificiales muy a menudo.
- Humidificadores: los humidificadores pueden ser útiles cuando el aire está muy seco, pero si no se limpian regularmente pueden convertirse en caldo de cultivo de bacterias y moho.
- Moho: el moho se desarrolla en presencia de altos niveles de humedad, si se nota moho en la casa, se recomienda limpiar a fondo todas las superficies y reemplazar (si es posible) los materiales porosos afectados, como las alfombras.