Más de 50 años después de que la orca Lolita llegará al Miami Seaquarium, lo que la convierte en una de las ballenas con más tiempo en cautiverio, será devuelta a sus aguas natales en el Pacífico, pero con una salvedad, será en un santuario marino construido para ella.
El anuncio fue hecho en una rueda de prensa a la que asistió la alcaldesa de Miami-Dade, Daniella Levine Cava, representantes de The Dolphin Company, empresa concesionaria del Miami Seaquarium, de la organización Amigos de Lolita y el filántropo Jim Irsay.
Irsay dijo que el costo de trasladar a Lolita podría alcanzar las ocho cifras, pero dijo que no han asignado un presupuesto a la reubicación.
El plan es construir un santuario marino con redes, donde Lolita recibirá atención constante de los entrenadores, dijo Irsay. El traslado probablemente se realizará en avión, posiblemente un enorme C-17 militar, agregó Irsay.