Cientos de personas marcharon el pasado sábado en Washington en señal de rechazo a las recientes medidas restrictivas sobre una de las píldoras abortivas, la mifepristona.
Al grito de “los jueces no son médicos” y “el aborto debe seguir siendo legal”, mujeres de todas las edades se reunieron frente al edificio de mármol blanco, sede de la Corte Suprema de Justicia, para protestar en contra del reciente fallo de un juez federal de Texas en el que ordenó suspender la aprobación del medicamento en Estados Unidos.
El amparo constitucional que, desde 1973, estaba vigente en el país, fue revertido en 2022 por la Corte Suprema de Justicia. Desde entonces, al menos quince estados han avanzado con las prohibiciones sobre las interrupciones voluntarias de embarazos o, en su defecto, han achicado cada vez más la ventana de tiempo en la que se pueden practicar.
En el estado de Florida el gobernador Ron DeSantis redujo de 24 a 15 las semanas avaladas, sin excepciones por violación o incesto- pero esta medida avanzó un poco más el pasado viernes y lo limitó a tan solo seis, acción criticada por la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre.
Fuente: Infobae