Más de un millón de personas se convirtieron en ciudadanos estadounidenses en el año fiscal 2022. Para poder hacerlo debieron presentar y superar el examen de ciudadanía, una prueba que las autoridades planean cambiar en su forma y contenido para finales de 2024.
Las modificaciones anunciadas han encendido la alarma entre algunos inmigrantes y defensores de derechos humanos ante el temor de que el nuevo formato perjudique a quienes tienen un menor nivel de inglés.
Según el Servicio de Ciudadanía e Inmigración, los cambios propuestos «reflejan las mejores prácticas actuales en el diseño de pruebas» y ayudarán a estandarizar el examen de ciudadanía.
La ley federal exige que los solicitantes de la ciudadanía demuestren que comprenden inglés (incluyendo hablar, leer y escribir palabras de uso corriente) y que conocen la historia de Estados Unidos y cómo está constituido el gobierno.