El gobernador de Hawái, Josh Green, dijo el jueves que 53 personas murieron en los devastadores incendios forestales de Maui y que es probable que la cifra siga aumentando.
Las operaciones de búsqueda y rescate continuaban, dijo Green, y las autoridades esperan que se convierta en el desastre natural más mortífero del estado desde que un tsunami de 1961 mató a 61 personas en la Isla Grande.
Los incendios, alimentados por los fuertes vientos del huracán Dora que pasó bastante al sur, tomaron a la isla de Maui por sorpresa y dejaron tras de sí autos calcinados en unas calles antes concurridas y montones de escombros humeantes donde se levantaban edificios históricos. El fuego azotó durante toda la noche y obligó a adultos y a niños a meterse en el océano en busca de seguridad.