La creciente ola migratoria hacia los Estados Unidos, caracterizada por millones de migrantes no autorizados, ha generado un impacto económico significativo al expandir y acelerar el crecimiento del país, aunque no exento de desafíos en cuanto a salarios y productividad.
Según un informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO), divulgado el 7 de febrero de 2024, se espera que el aumento de trabajadores potenciales alcance los 1,7 millones para este año y los 5,2 millones (aproximadamente un 3% más) hacia 2033. Este incremento en la fuerza laboral, acompañado por una proyección de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) en un 2,1%, representa un dinamismo económico inducido por la inmigración que difiere de las olas migratorias anteriores.